¿Es adecuada la ortoqueratología en niños?
La ortoqueratología, también conocida como orto-k, es un tratamiento oftalmológico que utiliza lentes de contacto especiales durante la noche para corregir problemas de visión como la miopía.
A lo largo de los años, este procedimiento ha ganado popularidad y ha demostrado ser efectivo en la corrección de la miopía en adultos. Sin embargo, surge la pregunta de si la ortoqueratología es adecuada para su uso en niños. En primer lugar, es importante entender que la miopía es un problema de visión que puede comenzar a desarrollarse en la infancia y aumentar a lo largo de los años.
Esto puede llevar a preocupaciones sobre la salud ocular a largo plazo, como el riesgo de desarrollar enfermedades oculares más graves en la edad adulta. La ortoqueratología infantil se presenta como una opción atractiva para tratar la miopía en niños, ya que ofrece la posibilidad de frenar o ralentizar su progresión.
¿Qué ventajas tiene la ortoqueratología infantil?
Los defensores de la ortoqueratología en niños argumentan que este enfoque tiene varias ventajas.
- En primer lugar, puede mejorar la calidad de vida de los niños al reducir su dependencia de las gafas o las lentes de contacto diurnas.
- Los niños que practican deportes o participan en actividades al aire libre pueden beneficiarse particularmente de esta técnica, ya que no tienen que preocuparse por llevar gafas durante sus actividades.
- Además, algunos estudios sugieren que la ortoqueratología puede ayudar a prevenir un mayor alargamiento del ojo, que está relacionado con la progresión de la miopía.
Sin embargo, es fundamental tener en cuenta que la ortoqueratología en niños no está exenta de desafíos y consideraciones importantes. En primer lugar, los niños deben ser lo suficientemente maduros y responsables para cuidar de sus lentes de contacto durante la noche.
La higiene y el manejo adecuado de las lentes son cruciales para prevenir infecciones oculares y complicaciones. Hay que tener en cuenta que no todos los niños son candidatos ideales para la ortoqueratología, ya que la eficacia del tratamiento puede variar según la gravedad de la miopía y otros factores individuales. Otro punto a considerar es que la ortoqueratología no es un tratamiento definitivo.
Los efectos pueden desaparecer si el niño deja de usar las lentes de contacto durante un período prolongado. Además, se necesita un seguimiento constante con el especialista en ortoqueratología para ajustar las lentes según sea necesario.
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