¿Cómo prevenir el estrabismo infantil?
Entre los problemas oculares que pueden aparecer en algunos niños durante su infancia, está el estrabismo, en el siguiente post vamos a explicar que es el estrabismo infantil y cómo podemos o no prevenirlo.
¿Qué es el estrabismo infantil?
El estrabismo es una dificultad en la vista por la que los ojos tienen problemas para mirar hacia un mismo punto. Mientras que un ojo permanece mirando al frente, el otro presenta una desviación. Este impedimento puede aparecer de manera permanente o en ocasiones puntuales. En la mayoría de los casos la patología aparece en los 3 primeros años de vida, pero hay posibilidad de que surja a una edad más avanzada. Se tiene constancia de que un origen del problema está relacionado con una alteración del control cerebral con respecto a la posición de los ojos, puede ser hereditario u ocasionado por problemas musculares o de graduación.
Estrabismo infantil ¿Se puede prevenir?
El estrabismo infantil no se puede prevenir, pero sí que se puede tener un diagnóstico precoz que ayude a controlar la patología y, por ende, tener un mayor control de la situación. Este hecho es fundamental para prevenir otras complicaciones o posibles problemas como el ojo vago (ambliopía), enfermedad que puede ocasionar una visión deficiente en los ojos. Esta circunstancia puede evitar el desarrollo de una visión sana y segura para el niño. Es fundamental que los niños lleven una vigilancia desde edades bien tempranas para evitar el mal funcionamiento de la vista.
¿Cómo tratar el estrabismo infantil?
Una vez encontrado el posible problema, el oculista tratará de realizar un completo análisis para mejorar la situación del niño. Hay diferentes maneras de actuar en base a la sintomatología que presente el paciente. Si la causa que produce el estrabismo en el niño se produce por un problema de la vista como la miopía o la hipermetropía (hecho muy común). El especialista recomendará el uso de gafas para corregir el problema. Si el niño, además, presentase ambliopía, se aconsejaría el uso de parches para intentar erradicar y solventar el déficit de visión. Como última opción y si los recursos y medidas anteriormente mencionadas no funcionasen, sería necesario recurrir a la cirugía.
El estrabismo infantil es más difícil de corregir a medida que pasan los años, especialmente a partir de los 7-8 años de edad. Por ello, para evitar que los síntomas se agraven o haya que recurrir a técnicas más complejas como la cirugía, es fundamental un diagnóstico precoz, pues es nuestra mejor arma de prevención y lucha contra la enfermedad.
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